ME ENAMORÉ
Me enamoré de esos ojos color café y más que todo de la mirada que habita en ellos, de ese pequeño lunar que se encuentra cerca de ellos y solía utilizar
para besarte, de esas preciosas pestañas que al pestañear brillan tus ojos sin cesar, de tus notorios cachetes, de tus hermosas caderas, tu encantadora sonrisa, eso, era algo inaudito, al sonreír contagiabas
de alegría y llenabas a cualquier ser de paz. Me enamoré de tu hermoso cabello largo (admiré cuando rapaste tu parte inferior de la cabeza, admire como tomaste las cosas, como saliste adelante, como luchaste
con todas esas personas que no les parecía, manifestaban críticas o algo parecido, como siempre llevaste la cabeza en alto haciéndote una cola no más). Era una actitud sorprendente, me asombraba
de forma muy callada todas esas actitudes. Dios Santo eras tan perfecta, tan sublime, tan única.
Me enamoré, te enamoraste, inesperadamente. Sin saber cómo ni cuándo pero aun así, deseándolo, anhelándolo con todas las fuerzas existentes, con todas las ganas que dos enamorados pueden sentir cuando ambos son el uno para el otro. Porque para mí, tú y yo hemos nacido para morir juntos.
La felicidad más plena y sincera me daban todas esas descripciones que una persona corriente como yo pudiese haber tenido, en ella estaba mi hogar, mi refugio, me hacía sentir
que todo estaba bien y en mi mundo todo se mantenía en equilibrio si esa sonrisa se mantenía. Me enamoré de esos finos labios con una forma muy particular que mas ninguna otra tiene que también
tantos deseos produce, tu increíble aroma, tus uñas siempre arregladas. Una preciosidad y perfección de Dios…Fui el hombre más afortunado del mundo, era rico con un tesoro inigualable, lástima
que tarde para darme cuenta. Me enamoré de tu ser, de tu espíritu, de tu voluntad, de tus sueños, de tus metas, de tus pasiones, la forma en la que hablas, de tu sentido del humor. Me enamoré
de ti y del amor, sentí amor por primera vez en toda mi vida literalmente. Esto fue mágico, habitará él para siempre en mi corazón todo esto.
Me enamoré, te enamoraste, inesperadamente. Sin saber cómo ni cuándo pero aun así, deseándolo, anhelándolo con todas las fuerzas existentes, con todas las ganas que dos enamorados pueden sentir cuando ambos son el uno para el otro. Porque para mí, tú y yo hemos nacido para morir juntos.
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